domingo, 20 de noviembre de 2016

Llamamiento a la acción


 

LA COLECTIVA FEMINISTAS EMANCIPATORIAS Y LA RED DE MUJERES DEL CARIBE


CONVOCAN:

A todas las mujeres y hombres colombianos a participar en la construcción de un país en paz refrendando, impulsando y haciendo veeduría a la aplicación de los acuerdos definitivos a los que han llegado el gobierno colombiano y las FARC- EP el pasado 12 de noviembre.

La eliminación de todos los tipos de violencias debe ocuparnos prioritariamente en este momento histórico que vivimos y más aún la violencia contra las mujeres, la cual sólo se erradicará con la intervención de todas y todos a favor de una política que respete nuestras vidas y sus maravillosas expresiones de diversidad. Donde quiera que estemos, actuemos como seres políticos y de derechos: en nuestra casa, en nuestro barrio, en nuestras organizaciones, en los escenarios de paz y de decisión del orden social y político en Colombia y el mundo.

Convocamos a todas las personas a comprometerse con el esclarecimiento de la verdad, la democracia profunda y la justicia social, con la prevalencia de los derechos de humanas, humanos y los de la naturaleza, realizando el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de todas las formas de violencia contra las Mujeres, un pacto de respeto y no agresión contra las niñas, las jóvenes, las adultas y las mayores. 

Desde cualquier lugar, desde todas las convicciones y pensares, desde todos los sentires, podemos aportar a una vida digna,  un buen vivir, una vida en paz:

¡¡Todas y todos nos merecemos la democracia y la Paz!!

¡¡En la integralidad de nuestro ser reside nuestra dignidad humana: la violencia contra las mujeres debe ser un intolerable social!!

¡¡La paz empieza en nuestro ser interior  y se proyecta con el accionar político!!


POR LA CONVIVENCIA PACIFICA Y RESPETUOSA CON LAS MUJERES, COMO FUNDAMENTO DE UNA VIDA EN PAZ, CON JUSTICIA SOCIAL Y DEMOCRACIA PROFUNDA, 
¡FIRMA TU PACTO DE PAZ!

lunes, 7 de noviembre de 2016

La protección jurídica y de seguridad para las mujeres, en la vida diaria, es una medida a trabajar en el marco de los diálogos entre el Gobierno colombiano y ELN.


El caso ocurrido en Barranquilla, donde un “defensor” público, Jaime Salazar Quintero, violó a su hija de 14 años y tuvo un hijo con ella, es uno de los tantos que están agazapados en las instancias de los servidores públicos operadores de justicia, desde donde se supone deben direccionar las medidas para proteger los derechos humanos de la ciudadanía.

Precisamente, en la protección de estos derechos Colombia sigue presentando altos grados de impunidad, tal como consta en el informe de derechos humanos de la ONU 2016 sobre Colombia[1]. Allí vemos que en materia de los derechos consignados en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, ratificado por el país en 1969 y referidos a los temas el conflicto armado interno, el paramilitarismo, la criminalización de la protesta social, la libertad de expresión y de prensa, los derechos de las mujeres y la justicia transicional, Colombia se “rajó”.

En ese informe se expresa que tal vez donde más ha fallado el país es en la protección de los derechos de las mujeres. Hace énfasis en la impunidad en los casos de violencia sexual y en la violencia que las mujeres sufren en el marco de la vida diaria y cuestiona la asistencia prestada a las mujeres en la judicialización de casos de violencia intrafamiliar, de violaciones y el acompañamiento y seguimiento al cumplimiento de la orden de la Corte Constitucional que permite el aborto en tres casos excepcionales.
Se analiza cómo, a pesar de esta orden, "la mayoría de los abortos son clandestinos e inseguros.”

Esta inoperancia en las medidas de protección para garantizar los derechos humanos de las mujeres y otros sectores de población por parte del Estado colombiano debe ser uno de los temas a tener en cuenta en la nueva agenda del proceso de negociación entre el Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional.

El tema de las demandas jurídicas y de seguridad, que hemos esbozado las mujeres en nuestras agendas y que están contenidas en el CONPES 161, específicamente en su eje:” Una vida libre de violencias contra las mujeres” en el marco de la vida cotidiana, más allá del conflicto armado, se convierte en una de nuestras propuestas para los diálogos territoriales y nacionales enunciados en el marco de este nuevo proceso; ya que en el proceso con las Farc EP las medidas fueron referenciadas a situaciones en el marco del conflicto armado.






[1] http://www.elespectador.com/noticias/judicial/colombia-se-raja-el-examen-de-derechos-humanos-de-onu-articulo-661321. 

jueves, 27 de octubre de 2016

DECLARACION FINAL DEL ENCUENTRO POLIFÓNICO REGIÓN CARIBE MUJERES POR LA PAZ


Las mujeres empoderadas de diversas expresiones organizativas del Caribe colombiano, es decir, docenas de lideresas comunitarias de diversas etnias, académicas, profesionales, artistas y jóvenes venidas desde todos los rincones de la región, con la presencia de delegadas de la Colectiva Nacional de Mujeres por la Paz y Colectiva Feminista Emancipatoria nos re-unimos y nos re-encontramos en una de las más emotivas, intensas y productivas jornadas que recuerde el movimiento social de mujeres del Caribe.

El día escogido fue el sábado 22 de octubre, en los salones del Hotel Suite Dorado de Barranquilla. Ese día, mujeres como Indira Atencio, Angélica Arias, Carmen Sánchez, Noira Pérez, Audes Jiménez, Rocío Pallares, María Eugenia Ramirez, Yuly Otero, Celia Alvarez, Rosario Montoya, María Donado, Wendy Reina, Yusmidia Solano (apoyando desde la distancia durante todo el día), Adelaida Jiménez, Alina Mendoza, Flor Pedrozo, Ana María Linares, Juanita Palencia, Patricia Briceño, Ana Pacheco, Silvia Torres, Elizabeth Quiñonez, Ofelia Fernández, Alejandra Coy, Nadia Puello, Cecilia Cuestas, Patricia Iriarte y Emma Doris López, entre otras, veían cristalizar un proyecto que comenzaron a “disoñar” juntas  unos meses atrás: reunir en polifonía las voces de las mujeres desde La Guajira colombiana hasta Córdoba.

Para ello, sólo había que convocar y coordinar, desde la Red de Mujeres del Caribe, un coro conformado por la Red de Mujeres Artistas de Barranquilla, la Red de Mujeres Afrocaribes-REMA, la Corporación Colombiana de Teatro, Fokus, Foro de Mujeres y Desarrollo,  Mujeres por la Paz, Confluencia de Mujeres para la Acción Pública, Red de Mujeres Contra la Violencia, Red de Mujeres Jóvenes por el Empoderamiento Social y Político-Remujespa y la Corporación Universitaria Reformada.

Allí, frente al verdor del Parque del Sagrado Corazón, nos reunimos en torno a seis mesas de trabajo en las que analizamos el momento político y social del país, definimos unas líneas de trabajo y trazamos, para ello, cuatro estrategias enfocadas en la formación, la organización, las comunicaciones y la movilización.

Al finalizar el encuentro, en medio de la crisis que desataron los resultados del Plebiscito para los Acuerdos de Paz firmados con las Farc, y ad portas de iniciarse los diálogos con el ELN, la polifonía de mujeres del Caribe expresó lo siguiente:

Declaración Polifónica


    1. Las mujeres hemos sido históricamente las principales víctimas de la guerra y también las principales constructoras de paz.
En nuestras comunidades las mujeres aprendemos a amar, a respetar, a cuidar la vida y a construir un tejido social que recreamos de manera permanente. Hemos sido, en el día a día, las principales constructoras de paz al generar lazos de apoyo mutuo, sororidad y afecto en nuestras barriadas, sitios de trabajo y procesos de lucha social.


2. En Colombia las mujeres hemos sido las principales impulsoras de procesos de paz en los territorios
Las mujeres organizadas hemos presionado durante más de 30 años una salida negociada al conflicto armado, empezando por liderar la Marcha por la Vida e incontables eventos, plantones y manifestaciones pacíficas, como la de más de 5.000 mujeres contra la re-victimización que realizamos el 8 de marzo de 2007 en Barranquilla.

3. La inclusión del enfoque de género en los Acuerdos de Paz es resultado de nuestras luchas pasadas y presentes.
La presión de las organizaciones de mujeres y los grupos  LGBTI con el apoyo de instituciones internacionales, el trabajo de la sub-comisión de género en la mesa de negociaciones y la presencia de las víctimas en las comisiones de trabajo de La Habana llevaron a incluir el enfoque de género en los Acuerdos de Paz, respondiendo a una reivindicación histórica de las mujeres colombianas. Los 8 ejes temáticos del enfoque de género del Acuerdo de Paz son lo mínimo que podemos aceptar de una paz que incluya a las mujeres, las niñas, las jóvenes y las víctimas.


4. Apoyo a los Acuerdos de Paz y participación de las víctimas, movimientos y organizaciones sociales en la renegociación de los mismos.
Apoyamos el acuerdo final entre el gobierno nacional y las Farc-EP y creemos que la salida a la crisis de los acuerdos tras los resultados del Plebiscito no puede ser un acuerdo de élites. En cambio, debe aprovecharse para ampliar la participación de las mayorías en su construcción, promoción y aplicación. Para ello se requiere que además de las amplias movilizaciones y campamentos por la paz que se han dado desde el 5 de octubre en muchas ciudades del país, se generen espacios de debate y discusión de lo que implica una paz con justicia social. La refrendación de los Acuerdos debe incluir diálogos nacionales de paz o Cabildos Abiertos en cada municipio, promovidos por el movimiento de mujeres, de jóvenes y de todas las expresiones organizativas comprometidas con la construcción de una paz estable, duradera y con equidad.

5.Una Paz estable y duradera debe profundizar la democracia
La refrendación e implementación de los Acuerdos renegociados debe contemplar las reformas estructurales necesarias para que no se repita la guerra, porque solo transformando las profundas inequidades que existen en el país se podrá construir un paz estable y duradera.

6.La paz completa incluye al ELN
Nuestro reclamo de una participación en el proceso de diálogos con el ELN  responde a una iniciativa ciudadana en la cual confluyen todas las expresiones organizativas de mujeres que hemos venido trabajando por los derechos de las mujeres desde su diversidad, población LGBTI y en general de comunidades y sectores excluidos; por ello, declaramos este encuentro como el primer Diálogo Regional de Mujeres del Caribe en el marco de los diálogos por la paz en Colombia.  

7. No a la reforma tributaria regresiva
Se ha demostrado que el mayor desangre de los recursos de la Nación se da por la corrupción, por lo cual al combatirla pueden encontrarse los dineros que requiere satisfacer las necesidades básicas de las mayorías. Nos oponemos, entonces, a una reforma tributaria que aumenta los impuestos a las clases media y trabajadora mientras se sigue exonerando a los más ricos y se sigue pagando a un/a congresista 26 millones de pesos mensuales.

8.Seguiremos movilizadas y alertas indefinidamente
Nos comprometemos a convocar y a participar en la gran movilización social que se ha programado para el 27 de octubre, a promover debates y discusiones de lo que implica una paz estable y duradera, y ser veedoras de la aplicación de los acuerdos en los territorios.

Finalmente, saludamos y felicitamos la voluntad de paz de las Farc-EP, y expresamos nuestro agradecimiento al gobierno de Cuba por su acogida a las conversaciones de paz.


Barranquilla, 22 de octubre de 2016