DEBATES SOBRE LA COEDUCACIÓN: ¿EDUCACIÓN MIXTA O
ESTRATEGIA PARA LA IGUALDAD ENTRE MUJERES Y HOMBRES?1
Por: Yusmidia Solano Suàrez
En este ensayo nos proponemos analizar la coeducación, tema siempre presente en los debates acerca de cómo lograr igualdad entre mujeres y hombres en la educación,precisando inicialmente qué se entiende por ésta y cómo se ha abordado este tema en España, para luego mostrar los argumentos de posiciones sobre lo que un cabal compromiso con ella significaría y al final presentar algunas conclusiones que al respecto nos hayamos podido formar.
Cuando se habla de coeducación entre las feministas, se pretende que se está haciendo referencia a una educación que promueve la igualdad entre mujeres y hombres, pero al decir de Pilar Ballarín, la expresión se utiliza con cierta imprecisión, porque “por una parte significa educación que se da en común a jóvenes de uno y otro sexo y por otra la hemos cargado de nuevo contenido para referirnos a una intervención especial, diferente de la común escolar, compensatoria para ambos sexos, pero que indefectiblemente, hace pensar, al lego, en una acción positiva a favor de las niñas”
La preocupación por lo que estaba ocurriendo llevó a las integrantes del Seminario de Estudios de la Mujer de la Universidad de Granada a organizar unas Jornadas en Mayo de 1990, en las cuales participaron feministas de Reino Unido, Dinamarca y España, exponiendo diversas perspectivas para una intervención positiva en la educación de las niñas y mujeres9. En estas jornadas, la danesa Anne Mette Kruse, después de presentar las experiencias llevadas a cabo en su país con proyectos de separación de chicas y chicos en algunos momentos del período escolar, concluye que “en una sociedad basada en la desigualdad de poder y de status entre los dos sexos, el hecho de alternar entre procesos de enseñanza mixtos y no mixtos puede contribuir a la creación de las condiciones necesarias para el cambio. Al mismo tiempo, esta alternancia puede servir para matizar y enriquecer el conocimiento que tienen las personas acerca de las condiciones idóneas que pueden hacer surgir una toma de conciencia, que es un prerrequisito para el cambio”.
La coeducación como última etapa del proceso de cambio cultural
Marina Subirats, por su parte, ha concluido que no siempre se requiere la misma salida para situaciones de diferentes estados de la situación educativa de las mujeres. Para el caso de América Latina, ella propone establecer una metodología “consistente en una ordenación de los problemas que se presentan en diferentes etapas de la incorporación de las mujeres al sistema educativo, y en una secuenciación de las medidas a emprender, de modo que puedan establecerse prioridades en cada momento”11. Esta metodología si bien fue presentada en un documento para América Latina, como viene dicho, nos parece que puede ser útil y ser considerada en cada caso específico que se analice. Según su propuesta, hay cuatro niveles en los que los énfasis deben ser distintos. Se trata en primer lugar de lograr el acceso de las niñas y las mujeres a la educación, después, lograr la unificación de currículos, seguidamente lograr la visibilidad de las mujeres y por último llegar a la coeducación propiamente dicha. En cualquiera de estas fases, se debe intervenir simultáneamente en diez dimensiones fundamentales, a saber:
“1. Legislación. Se refiere a los cambios legislativos necesarios para borrar todas las barreras legales que puedan impedir el acceso de las mujeres a la educación en condiciones igualitarias.
2. Acceso de alumnas. Se refiere al proceso de entrada de las mujeres en el sistema educativo, hasta lograr la paridad en todos los niveles y tipos de estudios.
3. Estructura de los centros educativos. Se refiere al carácter segregado o unitario de los centros educativos, así como al uso de los espacios dentro de ellos.
4. Estructura curricular. Se refiere a las prescripciones existentes en relación a la currícula, a todos los niveles de la educación, así como al conjunto de conocimientos y valores que se inscriben en la currícula.
5. Libros de texto. Se refiere a la presencia o ausencia de las mujeres y de los temas relativos al ámbito privado que figuran en los libros de texto.
6. Curriculum oculto. Se refiere al conjunto de prácticas habituales en el sistema educativo que no están explicitadas en forma patente, pero que forman parte de los hábitos de la docencia, tanto en términos de atención al alumnado como de observaciones, valoraciones, etc. que el profesorado realiza.
7. Lenguaje. Se refiere al carácter sexista o no sexista del lenguaje utilizado en el sistema educativo, tanto en los textos como en la práctica educativa.
8. Actividades deportivas. Hace referencia a todas las actividades deportivas y lúdicas, escolares o extraescolares, que se realizan en relación al sistema educativo.
9. Capacitación y formación profesional. Se refiere al tratamiento a dar a la capacitación y formación profesional, en todos sus niveles.
10. Paridad del profesorado. Hace referencia a la composición por sexos del profesorado, tanto en términos de presencia o ausencia como de posiciones ocupadas y tareas desempeñadas”
De acuerdo con esta propuesta, en la primera fase, cuando se trata sobre todo de lograr la plena incorporación de las niñas y mujeres al sistema educativo “es conveniente hacer poco énfasis en los momentos de aprendizaje separados, dado que todos los espacios exclusivamente femeninos tienden aún a devaluarse y su frecuentación sigue implicando una marca de inferioridad”. La autora es consciente que no se está cuestionando todavía los roles de género, pero este es el costo por lograr la presencia de las niñas y las mujeres en la educación reconocida como la “normal” y legitima.
Por eso, si es necesario incluso, deben aceptarse escuelas exclusivamente femeninas si no hay otra forma de vincular a las niñas, porque lo principal en esta etapa es “garantizar la inclusión de todas las mujeres en edad escolar en el sistema educativo, y la educación al máximo nivel posible de todas las mujeres adultas que han quedado previamente excluidas del sistema educativo”.
En la segunda fase, el objetivo principal a conseguir “es la unificación formal del sistema educativo, de modo que niñas y niños cursen sus estudios de acuerdo con el mismo curriculum, que se unifiquen los centros educativos de modo que los individuos de ambos sexos compartan las mismas aulas, tareas y tipos de estudio, que se unifique el tipo de exámenes y pruebas, así como la exigencia de rendimiento y el seguimiento de la escolarización, que se unifiquen los tiempos de permanencia de hombres y mujeres en el sistema educativo, para llegar a iguales promedios de años de escolaridad y se unifiquen las prácticas deportivas”14. De lograrse todo esto, es posible que se pueda dar la “masculinización de las niñas, entendido por masculinización la adopción de pautas de género que anteriormente estuvieron reservadas a los niños, pero que en esta etapa deben convertirse en universales”.
En la tercera fase, que es en la que creemos se encuentra la educación en España, en el sistema educativo se intensifica el descubrimiento del androcentrismo de la cultura como problema. Según Subirats, “el objetivo fundamental a conseguir en esta etapa es el cambio cultural que conlleva a la visibilización de las mujeres, de su participación en la vida social, de sus objetivos propios y de su contribución histórica al avance de la humanidad, construyendo, por consiguiente, un modelo cultural alternativo al modelo androcéntrico, basado en la revalorización de algunas de las componentes tradicionales del género femenino y la crítica al modelo masculino como modelo universal, comprendido en bloque”.
La coeducación como manifiesto
A nuestro parecer, la educación mixta no garantiza por sí misma la igualdad entre hombres y mujeres, pero hay que pasar por ella para lograrla, aun cuando sea solo una de las etapas que se requieren para llegar a la meta de una verdadera coeducación. La coeducación es entonces una estrategia hacia la igualdad entre mujeres y hombres que requiere para su adecuado desarrollo realizar diagnósticos de la situación que se quiere modificar para pasar después a establecer el tipo de intervención más adecuada en cada caso. Se debe procurar en cada momento potenciar las posibilidades de las chicas, pero también transformar la mentalidad de los chicos respecto a las responsabilidades frente al cuidado de la vida. La apuesta es lograr valorar por igual lo que cada cual hace y que todas las personas tengan garantías sociales de realizarse a partir de sus aptitudes individuales y su escogencia, sin que su sexo limite sus aspiraciones. No puede dejar de pensarse que es un horizonte de sentido para la educación frente al que tenemos un largo recorrido por hacer, pero en todo caso es un proceso necesario y lleno de altibajos, como toda transformación social profunda.
En las exposiciones que hemos hecho de las propuestas de Subirats y de Agirregabiria, encontramos puntos en común, como la necesidad de tener espacios de trabajo diferenciados de niñas y niños en algunos momentos del período escolar, pero mientras que la coeducación es vista por la primera como el resultado de un proceso que supone varias etapas, el segundo la entiende como el comienzo necesario para avanzar en la igualdad, sin considerar las situaciones específicas que pueden reclamar otro tipo de intervención para alcanzarla y sobrevalorando los cambios que pueden darse a partir de compartir espacios y aprendizajes.
De nuestra parte, nos quedamos con la reflexión que hace Anne- Mette Kruse, en el sentido de que “la enseñanza segregada puede ser útil para la emancipación o para la opresión. Como método no garantiza un único resultado. Detrás de esto, las pretensiones son lograr el conocimiento de las personas en general y de su género. La actitud pedagógica y su práctica, son cruciales como en todo trabajo pedagógico. La meta es conseguir idénticos derechos e igual valía para chicos y chicas, de forma que puedan encontrar y experimentar un aprecio y un respeto iguales y mutuos”.
Bibliografía
Agirregabiria Agirre, Mikel. Coeducación en entredicho. Rebelión de España. 9 de octubre de 2003Ballarín Domingo, Pilar (Ed). Desde las mujeres. Modelos educativos: coeducar/segregar?. Feminae. Universidad de Granada. Granada, España, 1992.
Ballarín Domingo, Pilar. La Educación de las mujeres en España contemporánea. (siglosXIX y XX). Editorial Síntesis S.A. Madrid, España, 2001.
Ballarín Domingo, Pilar. Oportunidades educativas e igualdad. En: El concepto de Igualdad. Amelia Valcárcel (Comp.) Editorial Fabio Iglesias. Madrid, España, 1994.
Barrio Rodríguez, Emilia. Bases y tendencias de la coeducación en España. En: Desde las mujeres. Modelos educativos: coeducar/segregar?. Feminae. Universidad de Granada. Granada, España, 1992.
Kruse, Anne- Mette. ¿Cómo pueden ayudar a las chicas las experiencias escolares? ¿Pueden ser las instituciones para un solo sexo y las agrupaciones dentro de las escuelas mixtas parte de la solución? En: Desde las mujeres. Modelos educativos: coeducar/segregar?. Feminae. Universidad de Granada. Granada, España, 1992.
Subirats, Marina. La educación de las mujeres: de la marginalidad a la coeducación. Propuestas para una metodología de cambio educativo. CEPAL. Naciones Unidas. Santiago de Chile, julio 1998.
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